Vimos bancos de roncadores, meros, peces trompeta, gallitos, fulas, gueldes y mucha más vida.De regalo nos encontramos con un Angelote totalmente nimetizado con las rocas, descansando tranquilamente.
La salida fue por la zona del Veril de Playa del Cabrón aprovechando la corriente de fondo que había.De los mejores días para salir, casi casi se podía salir a la pata coja jajaja… debe ser la falta de costumbre.