La langosta canaria (Scyllarides latus) vive a una profundidad entre los 4 y los 100 metros, en zonas rocosas-arenosas, refugiándose en cuevas durante el día debido a su carácter nocturno.

¿Cómo es?

El caparazón de este crutáceo es de color marrón-rojizo, con manchas rojas en el primer segmento del abdomen, aspero, rugoso, granuloso y bordeado de un lila azulado al nivel de las antenas. Las antenas son también de este color lila. Por la parte ventral es de un amarillo intenso. Su cuerpo es rechoncho, aplanado dorso-ventralmente y el segundo par de antenas se ha convertido en unas paletas aplanadas y segmentadas. Las patas se encuentran desprovistas de pinzas, excepto el quinto par en las hembras, que lo utilizan para el mantenimiento de los huevos que llevan bajo el abdomen. Los adultos mayores, que ya raramente mudan, a veces llevan pequeñas algas o invertebrados (hidrozoos, briozoos) unidos a su caparazón, que junto a su coloración marrón rojiza, les ayuda a confundirse con el sustrato donde viven, mejorando la calidad de su camuflaje.

¿Dónde vive?

Vive a una profundidad entre los 4 y los 100 metros. Durante el día, permanece en oquedades, cuevas o grietas. En general pues en los fondos rocosos y mixtos de arena y roca. A menudo también se los encuentra incrustados, colgando de los salientes y cavidades del techo donde se confunden con el color del sustrato.

¿Cómo se alimenta?

Su actividad es principalmente nocturna. Son depredadores y se alimentan de moluscos, preferentemente de lapas y bivalvos.

¿Cómo se reproduce?

El período de reproducción es de abril a agosto. Los huevos son de un color naranja brillante y conforme maduran se convierten en marrón oscuro.

Ha sido sobreexplotada, debido a la calidad de su carne, y acutalmente se localiza de forma ocasional.